¿Cuándo fue que te fuiste?
¿Que no tuve siquiera tiempo de mirarte una vez más?
Así, despacio en el infinito silencio que suele rodearme te miro,
en mi mente lloro y me pregunto...
¿Cuándo fue que te fuiste?
¿Que no puedo siquiera asimilar lo jamás asimilable del morir? Pensé y sentí como jamás antes en mi vida,
y sufrí y morí y volví a encontrarme viva.
¿Cuándo fue que te fuiste?
¿Que todavía me acuerdo cuán cálido tu cuerpo solía ser?
Así, frenética en tanto que decirte
y después serena en el aire atmosférico comprimido por mismísima sal en mis pulmones...
¿Cuándo fue que te fuiste?
¿Que todavía sigo preguntádote- preguntándome- preguntádole lo mismo?
Y ya no tengo mucho más para dar,
y ya sólo quería que estés acá.
María Virginia López Pujadas