Cómo puede cambiar la vida de un año a otro.
Es un suceso, un hecho en particular que desata otros.
Como un terremoto rápido que se dirige a un punto específico del núcleo terrestre,
sus ondas sísmicas posteriores retumban y los pilares que quedaban aferrados al suelo gris
como raíces orgánicas firmes en un crudo invierno, se derrumaban.
Oh, cuán fácil puede sucumbir el mundo.
Cuán frágil el todo es.
Es un suceso concreto, atravesando la atmósfera decididamente hacía su imán atrayente.
Cómo puede agitarse el aire allí, en medio de las ondas sonoras que se propagan en el sucio aire que nos toca respirar.
Cómo puede cambiar nuestra vida de un instante a otro.
Miramos hacia atrás, viendo figuras similares a las nuestras reflejadas en papeles fotográficos inexistentes del tiempo real,
pero no somos nosotros, la realidad que se refleja no es la nuestra, no la reconocemos.
¿Quiénes están reflejándose en esa imagen y por qué parecen haberse apoderado de nuestra antigua figura corpórea?
¿Quiénes somos sino ahora?
Oh, cuán fácil puede sucumbir el mundo,
y con el todo concepto convencionalmente establecido entre pactos hechos en sociedad.
Cómo puede cambiar nuestra vida de un año a otro,
es sólo un momento,
un hecho concreto, crudo, particular.