martes, 29 de noviembre de 2011

Despacio, un poco más,
como si quedasen fibras de mi carne aún intactas.
Despacio, un poco más
como caníbales hambrientos, sin saber esperar.

Obvien mis sollozos,
claven aún más fuerte en mí sus caninos.
Obvien mis sollozos,
sigan actuando como licántropos salvajes, pues su fuero interno grita “¡hambre!”.

Despacio, un poco más,
aún quedan fibras sin desgarrar en algún confín de la tierra de mi cuerpo.
Despacio, un poco más,
iba a contarles un secreto.

Obvien los silencios,
escuchen lo que queda flotando en la atmósfera lunar.
Obvien los silencios,
estoy gritando con lo restante de mi capacidad pulmonar.

Despacio, un poco más,
afilen sus dientes y garras por la nada que queda de mí.
Despacio, un poco más,
no intenten siquiera aliviar mi sufrir.

Háganlo sin vacilar,
destrócense, desgárrense, desgárrenme,  aún queda un poco más.
Háganlo sin vacilar,
terminen con todo esto, déjenme en la nada infinita de lo incierto.

Despacio, un poco más,
ya no tengo fibra alguna que ofrecer.
Despacio, un poco más,
ya quiero dejar de sentir.